Miradas a retratos de mujeres por la paz


                              
   Por Gilda Matos





El mes de marzo en República Dominicana, no es sólo el mes de las flores, por la belleza, el olor y el color de la   primavera, es el mes de  nuestras mujeres las que lo dieron todo por nuestra nación y que sus voces inspiraron al mundo cuando en 1975,  la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)  declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer y  en 1977 fue   denominado  como “Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional”.  Con este motivo, la Fundación  Arte y Cultura    ( FACRAICES) , ha convocado a esta colectiva “Mujeres que lucharon por la paz” en la sala de ABAD GALERY, con el propósito  de reunir las miradas de artistas dominicanos  a  mujeres emblemáticas de nuestra media isla y del mundo, en sus trayectorias de vida   por la paz.
 La expresión estética de este evento se realiza a través del retrato artístico, bajo una selección libre y personal de cada creador participante, con la sola idea motivadora de: ¿por qué escogí a la mujer  de mi retrato? Los creadores responden plasmando líneas, rayados, manchas en un discurso de rostros donde se divisa el impacto de sus  miradas a grandes mujeres de colosales batallas humanas, religiosas, sociales y políticas.
La modalidad del retrato ha estado presente en todas las épocas de la Historia del arte, por la razón  que argumenta Francisco Calvo, 2005:
“El retrato es una revelación. Es la revelación del personaje. Es él como nunca conseguirá verse a sí mismo en el espejo, como no conseguirán jamás verles sus familiares, sus amigos… Se dice que la fotografía tiene precisión, pero lo cierto es que nunca podrá llegar a una precisión, a una penetración tan profunda, y este solo tiene un ojo. Y al pintor no le bastan los dos ojos, entre los que se alterna la visión, sino que necesita un tercer ojo: el ojo de la inteligencia.”  El retrato nos muestra el personaje por dentro y por fuera, llevándonos  a la esencia de su vida, con el fin  eternizarlos, tal como en el Renacimiento fue capaz de hacerlo, Leonardo da Vinci con La Monaliza.


Hoy más que nunca, se necesita un arte que valore, en medio de la discriminación femenina y violencia género , que ayude a revelar y documentar la vida y obra de las grandes mujeres dominicanas y del mundo, desde la mirada sensible, como exponen el conjunto de artistas dominicanos participantes en este evento: Ana Josefina Garrido, quién trae  Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz 2014, nos la pinta  con la mirada  esencial de la  educación , equidad y justicia; Lucía Méndez, nos revela  a una Yolanda Guzmán de rostro azul , dejando ver su espiritualidad y firmeza de carácter de esta luchadora contra la dictadura de Trujillo y su martirio por la Revolución de 1965, Mercedes Ricourt, presenta a Rigoberta Menchú ,líder indígena guatemalteca, con una sonrisa inquisidora, que le hizo traspasar la barrera de la discriminación a los  Mayas –Quechua y luchar por la participación democrática  de los pueblos indígenas originarios. Kelvin Capellán, pinta una Mamá Tingo, iluminada de palomas de  paz, en representación de los ancestros culturales de la negritud caribeña. Wilson Santana, con sus manchas impresionistas comunica una mirada espiritual  a la bondad  de Madre Teresa de Calcuta, Ana Pérez, visualiza el vuelo de mariposas de Minerva Mirabal, llama a la atención en su interpretación la  amplia sonrisa,  comunicando la alegría y victoria del sacrificio del personaje  por la libertad de la nación dominicana . Ana María Henríquez, nos idea una Hilda Groutreaux en actitud bélica combatiente  por la libertad,  la justicia  y el derecho de los presos políticos. Ira Gullón  a Benazir Bhutto, Primera Ministra de Paquistán, elevando su rostro con un simbólico manto rojo sobre el pueblo Islámico, presagiando derramamiento de sangre y la victoria del futuro, a este grupo se integran  otros artistas: Jennifer Martínez, la luchadora Evangelina Rodríguez, Denia Santos con Juana Saltitopa,  José Ramón Medina con Rosa Parks Tony Espallat.
Con esta actividad se demuestra el interés de la gestión cultural de Ana María Henríquez  en resaltar el valor de la feminidad en las luchas sociales de cada uno de los países representados por las procedencias de los personajes interpretados   en este evento, revelando una mirada estética de nuestros artistas  dominicanos.
En definitiva, este encuentro visual a través del retrato es un aporte a la visualidad del rol protagónico de las mujeres en sus luchas por la Paz de la humanidad.

    Por Gilda Matos
Historiadora y Crítica de Arte.



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