JUANA LA LOCA, EL FORRO AL REVÉS DE LA LOCURA

Por Gilda Matos

La  edición del V  Festival De Teatro de Bolsillo 2014, fue escenario de un homenaje dramático al tema   de la diferencia de  género, dando voz y presencia a la  mujer en su intervención política, histórica y contemporánea. A este encuentro con la feminidad, no podía faltar la historia de Juana La Loca: 

  

              

                         

                     Princesa enamorada sin ser correspondida. 
                     Clavel rojo en un valle profundo y desolado. 
                     La tumba que te guarda rezuma tu tristeza 
                     a través de los ojos que ha abierto sobre el mármol. 

                                              García Lorca

El personaje de Juana La loca se ha convertido en un icono cultural de mujer enamorada, que corre tras los latidos de su corazón, entregándolo todo, a riesgo de su propia cordura, así nos han contado los historiadores… La caracterizan celosa de Fernando El Hermoso, furiosa, melancólica, débil y apasionada, “loca de la peor locura de amor”. Así fue pintada por la mitomanía masculina, más  hoy, en el cálido escenario del Teatro Guloya, un elenco de artistas  lo representa con  una mirada distinta, a tan popular e histórico personaje de la Madre Patria, hija heredera del trono de Castilla y Aragón.

El  dramaturgo cubano, residente en Argentina, Pepe Cibrián Campoy, crea un texto  con una síntesis ingeniosa, a temporal, un tanto fragmentada, revelador del poder y la fuerza humana de tan ultrajado y debilitado personaje. El autor nos muestra las facetas tradicionales del mismo: emocional, romántica: -“Reina de un hombre y no de un Reino”, preocupada por la fidelidad de su marido…Para en el desenlace sorprendernos con un punto de giro, que presenta  a Juana con  fueros de rebeldía, calculadora y fría por premeditada acción, dejando la duda entre  los presentes en  la sala, sobre la real locura y la verdadera causa de la muerte de Felipe el Hermoso.

Manuel Chapuseaux, realiza una puesta en escena clara y transparente coherente con  el texto, el contexto histórico, geográfico y el perfil psicológico de los personajes, en especial del rol protagónico. Cuida el tono épico y lírico de las escenas, “nada  sobra, nada falta en el escenario”, armoniza los elementos, conduce el ritmo,  y sobre todo, le agrega una atmósfera Lorquiana que le aporta fuerza, a la vez que  familiariza al público con la sensibilidad femenina del personaje. Una vez más,  Manuel nos tiene acostumbrado a un reconocido  estándar de artisticidad teatral.

Los intérpretes llevan el mayor peso del espectáculo, la actriz Lorena Oliva con su rol protagónico “deja el forro en el V Festival del Teatro de Bolsillo”, juega con gran organicidad a los distintos roles  del personaje, sin encasillarse en un formalismo a ultranza o un verismo sensiblero. Logrando equilibrio y  fluidez en  las líneas de acciones elementales que definen trayectoria y cronología del personaje. El traje de blanco contribuye a neutralizar la visual y la edad que representan en cada momento de la historia. Creo, que con esta interpretación Lorena Oliva merece ser reconocida como una destacada interprete del teatro  en territorio dominicano. Otra interesante interpretación es la del actor Canek Denis, quien se desdobla en distintos personajes sin olvidar que es un actor  participante en el espectáculo, aportando al mismo tiempo, al recurso narrativo, al diálogo y al apoyo de los recursos de la escena y la  representación.

La función de los elementos que intervienen en la  escena, a cargo de Ernesto López y el regidor Germán Venegas, aportaron  plasticidad y  usos significativos en el desarrollo de la trama y sobre todo, al ingenio creativo del conjunto actoral.

En el umbral  de la postmodernidad la violencia de género es un tema obligado en las artes, por ser parte  de los grandes males de la sociedad actual,  al parecer  es un problema que afecta a hombres,  mujeres y las familias que luchan por alcanzar el bienestar y estrechar los lazos de amor en la sociedad y en la convivencia que se torna cada vez más individualista y conflictiva en la lucha por el poder desde una visión de género.

Felicidades al Teatro Guloya por organizar este encuentro con  esta línea temática. Hemos presenciado a una  Juana La Loca,   más verdadera que la pintada por el artista Francisco Padilla, más rebelde de lo que se esperaba, porque esta Juana La Loca, aquí, ahora: “¡ Ha dejado el Forro a Revés  de la Locura, con Sentimiento y Cordura!