FRANSISCO MATA, DE LA LIMA AL LIMÓN, ENTRE LA DOCENCIA Y EL ARTE EN EL CENTRO DEL CORAZÓN

Por Gilda Matos

 Las frases “Enseñar es un arte y el docente es un gran artista”, todos las hemos escuchado alguna vez, lo sorprendente es la concreción de éstas cualidades en una persona, Francisco de Jesús Mata Lima, unos de los profesores más apreciados por los estudiantes y docentes de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. 

Su vocación por el arte de enseñar y pintar empieza desde muy joven, con una las primeras generaciones que inicia los estudios en la carrera de artes, oferta académica del anterior Departamento de la Facultad de Humanidades en la década del los 80, de inmediato se incorpora a nuestra Madre Nutricia como monitor cuando aún era estudiante, en el 1985 como profesor adjunto, hasta llegar a ser el primer Director de la Primera Escuela superior de Artes Plásticas en República Dominicana.

Ser profesor es su mejor orgullo y el arte de enseñar, su gran secreto, es uno de los profesores más admirado, querido y respetado por sus estudiantes; quizás porque práctica el arte de dialogar con sus alumnos cómo acostumbraba Sócrates en las esquinas de la antigua Grecia. Él sabe el arte de sacar lo mejor de ellos en el camino de perfección técnica, del Dibujo I y II, de la Teoría y Práctica del Color, de Pintura I y II, de Técnica de Ilustración, de la Caricatura., Con sus enseñanzas los lima como piedras preciosas! Su mayor recompensa, el saludo y el abrazo de sus estudiantes en cada rincón del camino: -¡Adiós Profesor Mata! , ¡Abrazos Papá Mata! 

Sin embargo, como artista tiene su propia identidad, sus temas son diversos, de contenido social y de cultura popular, su obra “Arando en el mar” 1988, retrata a través de las figuras expresionistas la condición de migrante de los dominicanos al preferir buscar futuro en el mar antes que enfrentar el alto costo de la vida. Mata Lima representa escenas de la cultura sincrética dominicana con su obra “Festividades de Tierra adentro” interpreta un trance de un ritual con la fuerza del color y hasta llegamos a percibir la intensidad de la música y el tambor. 

Aunque Francisco de Jesús Mata Lima se siente feliz en la Facultad de Artes donde pasa la mayor parte de sus días, pero el limón también es agrio, la docencia le cobra tiempo y espíritu al artista… ¡A tal punto llega la entrega del maestro, que ve su vocación ir detrás del brillo y el éxito de sus estudiantes!  Sin embargo ,el artista está ahí presente, siempre lo ha estado bajo las sabanas de humildad del maestro, siendo un artista con un gran recorrido de participación de catorce exposiciones en colectivas desde el 1988 en la Casa de Francia de Santo Domingo, hasta sus últimas intervenciones en Nexus 2012 y en el 2017 en la ciudad de New York. Francisco Mata el artista existe, es un hijo agradecido de sus formadores, Amable Sterling y Norberto Santana. Conserva algunas influencias de sus maestros, de Sterling sus cuerpos sixtinos en movimientos y el azul espiritual, de Santana, los halos de luces y transparencias de sus cuadros.

En su historial pictórico, lo caracterizamos dentro de una estética vanguardista, figurativa, con el uso de colores fuertes contrastantes como el azul, mamey, verde y amarillo. Sus composiciones juegan con la influencia del diseño publicitario, destacándose de forma notoria , en casi en todas sus obras el uso de fondos cromáticos iluminados destellantes y diseñados, en la mayoría de los casos con el propósito de acentuar los significados. 

Hoy como artista tiene mucho que dar, ya que  posee una visualidad especial para expresar las costumbres y escenas de su pueblo dominicano.  

Para Mata Lima el arte y la docencia son como la lima y el limón ambos roles distintos, pero iguales en el centro de su corazón de su corazón.