EL TEATRO DE SERVIO URIBE Y LA POÉTICA NARRATIVA DE LAS MUJERES INDÓMITAS DE CALIÓPE
Servio Uribe en la
historia del teatro dominicano de los últimos cincuenta años ha jugado un papel
importante con sus aportes al desarrollo a un teatro de vanguardia,
influenciado por la oleada española con la que se relacionó durante sus
estudios en La Escuela Superior de Arte de Madrid. A su llegada al país en 1967
forma el emblemático Teatro Calíope de Poesía Coreada y Teatro que impactó con
sus voces y movimientos al comunicar metáforas políticas en el contexto de un gobierno que limitaba la
expresión a la ciudadanía.
Calíope fue objeto de admiración e inspiración para la juventud dominicana,
de tal manera que se auto crearon grupos de poesía coreada en clubes y barrios
de todo el país. Su estética estilizada,
sus voces rítmicas y enfáticas llenaron toda una época.
Uribe trajo consigo, no sólo los clásicos españoles y universales, también
un teatro que marca las huellas de una identidad cultural dominicana con obras
como “El hombre”, “Vivencias de un viejo barrio”, “Los arqueros de la Esperanza”,
“Hombres tras la Rejas”, “Los condenados”,” Exigencia de un Cimarrón.”
Hoy en el marco del Tercer Festival de Teatro Mariposas en Escena del Teatro Guloya, con temáticas de perspectiva de género, Servio Uribe nos trae “Mujeres Indómitas”, un espectáculo que reúne cinco personajes de las mujeres más destacadas en las luchas sociales, patrióticas y políticas en distintas épocas de la historia.
La pieza escrita y dirigida por Servio Uribe se caracteriza por una narración testimonial, en primera persona, donde los personajes femeninos relatan sus experiencias con el propósito de denunciar o dar a conocer los hechos que involucran a las mujeres en una perspectiva de género relacionándola de forma protagónicas con circunstancias políticas e históricas donde la feminidad ha sido mancillada y violentada de forma individual a consecuencias de causas colectivas por la que ellas desafiaron la sociedad. El autor y director, establece una línea dramática caracterizada en una expresión sensible, sentimental de feminidad, los personajes exponen sentimientos de afectación frente a la realidad que les tocó vivir donde aflora el dolor, sentimientos de identidad con sus aspiraciones y sueños de justicia e igualdad de cinco mujeres que enfrentan la adversidad de sus vidas en los distintos contextos históricos: Ana Caona en los inicios de la Colonización Española, interpretada por la actriz Martina Alonso, Salomé Ureña por el derecho a la educación con libertad , encarnada por Mariela Vargas, María Trinidad Sánchez, en sus luchas por Independencia nacional, representada con la fuerza dramática de Alba Boitel, Juana Saltitopa en la Batalla del 30 de marzo, encarnada en la valentía guerrillera Lucero Gil y Mamá Tingó en su lucha por la tenencia de las tierras para quien la trabaja, interpretada con la seguridad de Sleyden Mena.
La estructura narrativa de los monólogos fue construida bajo la siguiente secuencia
dramática: Fase identificación de los personajes con el problema a nivel
personal y social, donde exponen sus sentimientos, dolor frente a la realidad
que les toca vivir, seguido de la etapa de enfrentamiento donde de forma decidida
emprenden la lucha desafiando el destino y, por último, la derrota o martirio pagando
con sus sacrificios, sus llantos, sus dolores a costa
de sus propias vidas. Esta visión del autor o
dramaturgo despierta una reflexión y preguntas mi ¿el sacrificio de las mujeres
no es igual al de los hombres? ¿Por qué llamamos héroes de nuestra historia a
personajes masculinos que han fenecido en sus luchas sociales y políticas, como
es caso de los héroes independentistas y los héroes de abril?, ¿Es acaso el
sacrificio femenino las identifican con la debilidad? ¿Ser sensibles, llorar, expresar
sus sentimientos, sus pasiones las hace más débiles? o ¿más humanas?
Sabemos que ésta no es la intención deliberada del autor,
pues en el título de la pieza nos revela “Mujeres
Indómitas”, es decir, mujeres indomables e ingobernables, pero el impacto las
imágenes, el llanto, el sacrificio y la derrota , en mi percepción, contribuye
a debilitar a nuestras cinco heroínas , semidiosas, ídolos, protagonistas, tratando de alcanzar
una verdad imposible de ellas, pues aquí,
ahora en metáfora del Teatro Guloya son :¡Mariposas en la escena ¡.Finalmente, el
gran valor de este espectáculo es su contenido histórico testimonial, con una
puesta en escena sencilla y estética, un elenco con fuerza interpretativa en
las caracterizaciones y psique de los personajes, logrando una escenografía
diversa, en un pequeño espacio donde se reúne el ingenio, el amor y la patria
del maestro, actor, director y dramaturgo Servio Uribe que nos enseña el valor de identidad cultural e histórica del
teatro dominicano. ¡Aplausos!
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