CÉSAR, TENEMOS QUE HABLAR EN BREVE, TEATRO BREVE


Por Gilda Matos








El teatro en sus inicios perteneció a las masas, gran número de espectadores disfrutaban en la falda de la montaña de comedias y tragedias de Sófocles, Eurípides, Esquilo y Aristófanes.  En aquellos tiempos era el arte de las masas,hoy las circunstancias han cambiado, las artes Mass media han ocupado su lugar, es por ello que a propósito de César, tenemos que hablar.



Esta representación de la pieza del dramaturgo español Albero Miralles en la pequeña sala de Nova Teatro tiene gran significación, de acuerdo a los nuevos formatos de la experiencia teatral por lo que tenemos que hablar no solo de César,sino de las realidades antes del COVI 19, donde el teatro va perdiendo su sentido masificador y se ancla a modo de sobre vivencia,en una especie de habitación donde caben no más de 15 o 20 espectadores, con propuestas provocadoras, dramaturgias experimentales en ocasiones, improvisaciones, que involucran a los asistentes , muchas veces, en una atmósfera como participantes o testigo de una acción, que anula la libertad de público, y de repente, una vez allí se convierte en un evento forzado y poco agradable para los que vamos a teatro a sentir de forma libre y personal los acontecimientos de un espectáculo, sin recibir presión de actores que intiman con tu espacio corporal, cuando lo que más place es que nos toquen el espíritu,los sentimientos y la razón.



Sin embargo, no ocurrió lo mismo con la pieza dirigida por Elvira Taveras, por esta razón y muchas más es que de César tenemos que hablar, esta obra también es de teatro breve, para mi muy breve, tanto así que me quedé esperando más.


Pero ese tiempo, tan corto, se hizo profundo y despertó intimas conversaciones en los allí presentes. Primero, porque asistimos a un monólogo detenido, congelado en el tiempo….Se trata de un breve momento que inicia con la invitación a conversar de la esposa y termina con la respuesta del marido, a partir de ese intervalo, César , interpretado por Basilio Nova , detiene el tiempo y lo convierte en una surrealidad, en esos segundos seguidos de minutos reflexiona sobre su larga relación de 15 años , se autocrïtica como esposo, expresa los temores, ansiedades, miedos de un marido atrapado por la rutina.A decir verdad, pocas veces hemos visto un personaje que se aleje tanto del prototipo de macho seguro como lo caracterizó Basilio Nova en esta pieza, desmonta al macho y expone la debilidad del marido, sin entrar en psicologismo emocional, narra su sentir y acciones y de vez en cuando hasta aparece el actor circense y popular que trae de su experiencia de 45 años en las tablas desde Villa Juana hasta importantes teatros nacionales e internacionales . 




La puesta escénica bajo la dirección de Elvira Taveras, en apariencia es sencilla, además de ágil, clara e innovadora, cumple a cabalidad con el interés del dramaturgo de alcanzar un razonamiento o distanciamiento narrativo. ¡H.e aquí la diferencia! La directora, muy por el contrario a otros espectáculos breves que buscan más que todo impresionar al público con exageraciones dramáticas, ella quiere que el público piense, no impone un pensamiento, ni una emoción, juega con contraste , colores ,luces y música que le dan un tono cercano a la comedia musical, como logró con  los arreglos originales de Juan Luís Gómez . Fue una noche sin igual, sentir un público atento , conectado a la trama que ríe y piensa mientras las parejas que asistieron a la obra intercambian miradas ….Pienso que sí, se puede hacer teatro con calidad para público reducido, sin perder el rigor y el compromiso estético con el público, las claves más prometedoras son las siguientes: acertada elección del texto dramático, la participación de actores y actrices con compromiso total y desinteresado con hecho dramático y una puesta sincera, honesta y estética.


Hoy a propósito de la Pandemia que ha cerrado todas las salas teatrales y que amenaza con quedarse por largo tiempo entre nosotros, en César hay que pensar, obras así monologadas, breves, podrían tener la facilidad de salir al aire libre con distanciamiento social con teatro.


Reto a Basilio Nova y Elvira Taveras a presentar en el acogedor patio de las Maravillas de Cúcara Mácara a Cesar tenemos que hablar y en una segunda versión, la revancha de la esposa: “Victoria, tenemos que hablar “. 


La pandemia nos invita retomar la falda de la montaña, a pleno aire libre, para seguir la celebración con teatro breve el 46 aniversario de un teatrista de siempre y de todo: actor, director, titiritero, profesor, gestor, ¡Basilio Nova espero la invitación en breve!




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