NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS NI TEATRO QUE LO SOPORTE
POR GILDA MATOS La sala Ravelo del Teatro Nacional se convirtió en tribuna donde retumbaron las voces fuertes y claras de un trío de primera en la escena dominicana, Xiomara Rodríguez, Elvira Taveras y Yamilé Scheker, aunaron cuerpo, energía y alma para defender y comunicar un texto, del cual sólo nos queda, el impacto de sus caracterizaciones, la espontaneidad, la frescura de los parlamentos, el énfasis en sus denuncias y la hilarante risa del público. La directora de la obra, Alina Marrero se inspira en el ensayo de la escritora colombiana Rosaura Rodríguez, quien trata sobre los mitos que han hecho de las mujeres un ser secundario en la sociedad. Marrero, realiza una dramaturgia atrevida, caótica y no llega a establecer en la obra de forma entendible las unidades de tiempo, lugar y espacio. El texto funge como un simple subterfugio que se auxilia de parlamentos-quiz...