“TRES DÉCADAS, TRES ARTISTAS EN EL BANCO DE PARQUE”
“El hombre fuerte es el que está sólo”
Henrik Ibsen
La obra dramática Banco de Parque
forma parte de los momentos memorables de la interpretación teatral en
República Dominicana. Hoy, Teatro De Bolsillo la trae a escena con el ímpetu y la significación de la primera vez, reafirmando el sitial
obtenido años atrás.
El banco, ha sido punto de
encuentro de tres maestros destacados del ámbito teatral : María Castillo, el
fenecido actor Ángel Hache y Manuel Chapuseaux quienes han experimentado una
catarsis actoral como resultado de la formación y años de experiencia en las
tablas que les lleva a una aproximación
consciente al método de Stanislawki, en
su versión más acabada de las acciones físicas; las emociones surgen como
resultado de lo que hace el personaje tras el objetivo, sin preocuparse por
ellas: “La pequeña verdad de las acciones físicas pone en movimiento a la gran
verdad de los pensamientos, las emociones y las experiencias”. La obra es una
cátedra de este método.
El autor ruso Alexander Gelman
configura un texto que recoge las crisis en las relaciones de pareja en la búsqueda de
una relación ideal de amor, que se esfuma en desesperanzas y soledades en medio
de los roles sociales y económicos que inciden en éstas. Trata de duplicar la
realidad en las diferentes escenas; el tema del divorcio, las dependencias
emocionales, los celos obsesivos están presentes en sus personajes. Lo más
interesante del texto es el proceso donde poco a poco se va devanando el perfil
característico de los personajes que están inmersos en el fortuito encuentro.
La dirección de María Castillo recarga
su mayor interés en la interpretación de los personajes,
procurando una gradación de la tensión dramática y un verismo de las acciones hasta el punto de percibir la improvisación, en buen sentido de la
palabra, como un recurso recurrente en dicho método. Cuida la correspondencia con
un estilo realista, ambientación escenográfica en un lugar del parque, hojas de
almendro en el suelo, el banco clásico del parque, las luces de Bienvenido
Miranda como retrato de la caída la tarde. Aparentemente realiza una propuesta
sencilla, pero compleja en criterios y fundamentada en la investigación de un
proceso de creación de personaje en una relación sincera con la realidad y sus circunstancias.
Un personaje ausente es Ángel
Hache, vivo en la memoria de quienes presenciamos hace tres décadas su gran
interpretación, nos mostró un realismo psicológico, como sólo él lo sabía actuar. Nos convenció de
todos los colores y matices de una mente retorcida, violenta, ansiosa y llena
de soledad . -¡Ángel Haché, en esta obra estarás presente toda la eternidad,
toda la eternidad!
La novedad de esta nueva versión
del montaje la trae la participación de Manuel Chapuseax, quien marca su discurso con una caracterización original, toma gestos,
tono, expresión cercana a un típico macho dominicano, añadiendo una dosis de
humor al desarrollo, incluso en su versión
reproduce el habla cotidiana. Busca a toda prisa conseguir su objetivo
utilizando toda clase de mentiras. Sin dar pista hasta el último momento de sus
avatares y sentimientos en su rollo conyugal.
Por último, el personaje de María
Castillo, representa la idiosincrasia femenina que justifica su existencia en la casa de un
varón que mitigue la soledad. Un personaje que habla en sus miradas,
silencios y gritos. Llamando a la
atención, que para la actriz y el personaje no ha pasado el tiempo: hoy está
igual a ayer.
Tras tres décadas de aplausos,
tres artistas gravitan en el banco de la memoria del teatro dominicano, Ángel
en el mejor recuerdo, María en la dirección y Manuel con nueva versión. Obra perdurable:
“cuando en la noche algunos duermen y otros lloran”
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