EL CARIBE A CUESTAS EN VIAJE DEL ARTE SIN FRONTERAS
Por Gilda
Matos
Los mundos visuales de Patricia Gamundi,
Loyda Abreu, y Odalis Lugo viajan a exposición: “Arte y Cultura Sin Fronteras “, para formar parte del evento
montado en el Palacete Huerto Ruano, en Lorca, España. Al gran encuentro cultural
de intercambio artístico asistieron artistas de Costa Rica, México, Canadá y Estados Unidos.
El arte no tiene fronteras, pero
viaja con identidad en las paletas de los artistas dominicanos procedentes de
la tradición formativa de La Escuela Nacional de Bellas Artes, ENAV. Llevan sus
poéticas visuales cargadas de experiencias, de exposiciones individuales y colectivas en distintos
países del mundo. No por casualidad se unen en el trayecto de vida al formar parte del
colectivo artístico
Pinceladas Dominicanas, al que también pertenecen Rosa Elba Páez y Ramón Brito.
Los une su Caribe a cuestas, la
predilección por un estilo moderno vanguardista y el desafío de la voluntad de
contribuir con su arte a romper fronteras en el ser existencial, en las formas visuales
producidas por el espíritu e imaginación en cada uno de sus caminos Visuales, tras la búsqueda
de su " yo caribeño”, conjugado en un diálogo constante con el legado eurocentrista en América Latina y las islas del Caribe.
Sus expresiones estéticas se diferencian y se unifican
en el mismo fin expresivo sin fronteras:
Patricia Gamundi, toma como
escenario el fondo del mar Caribe con aguas azules atravesadas por resplandeciente
luz solar, recrea el mundo marino y la vez centra su expresión en el “yo
femíneo” con toques simbólicos similares a los mándalas, un recurso de
representaciones espirituales del cosmos, Patricia otorga su visión a la imagen,
a la presencia de la mujer como Madre del Universo, cediendo a su obra una
identidad especial: espiritual, femínea y
caribeña.
Loyda Abreu, nos adentra en el Caribe a través del color, con él crea ritmos, emociones, e intensidades, conectado en la psicología con nuestro paisaje. Destacándose en sus obras las tonalidades de fondos rosados, identificando la feminidad revelada y significante de una mujer amable, sensible y positiva, que cree en la esperanza. Es una pintura intuitiva, de pinceladas libres, caracterizada por los contrastes, transporta al espectador a una abstracción lírica que nos hace sentir en nuestras almas caribeñas la música, la fiesta del color y el ritmo.
Odalis Lugo, nos entrega en
sus pinturas una serie de retratos que representan el fenotipo del hombre
dominicano y caribeño, un rostro expresionista con recursos cubista, impresiona
en la fuerza psicológica combinada con
un cubismo no geométrico revelador del estado de ansiedad psicológica que vive el ser humano en la
actualidad; el pintor utiliza los ojos
del personaje para expresar el estado de perturbación del alma rota,
fraccionada, angustiado por velocidad
de una sociedad que impide sosiego de su esencia. Llama poderosamente la
atención de cómo Lugo, logra armonizar la visión del rostro convulsionado y destrozado
a través de los contrastes de colores, luces y sombras, provocando la lectura
de los retratos con repulsión psicológica, no obstante, logra agradar a la
vista por la armonía de colores en su expresión pictórica.
Los
artistas dominicanos llevaron en sus expresiones estéticas nuestro Caribe, sus
identidades y estilos, rompiendo fronteras hacia la internacionalización del
arte dominicano.
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