EL MITO NO MIENTE EN EL ARTE

POR GILDA MATOS 


El arte como expresión universal aloja el Mito a través de su historia en todas sus ramas, en la pintura, escultura, la danza y el teatro el mito ha sido el protagonista de sus tramas, argumentos y estructuras. La relación arte- mito ha estado fundamentado en la verdad, en una certeza incuestionable enraizada en  las culturas representadas en las formas artísticas.

 La relación del artista y el mito está cimentada en la presunción de verdad, el autor no cuestiona la verosimilitud del mito, la relación que se establece es incondicional, respetuosa, mística, identitaria que conlleva generalmente a valorar el fenómeno mítico con significado social.
 

Muchas actitudes y preceptos de los artistas no fortalecen la integración de la realidad mítica y la realidad artística ya que esta se da  en base a la sinceridad por medio de  la convicción sobre la importancia cultural del mito y bajo la concienciación de que los símbolos míticos y los símbolos artísticos se diferencian, no se oponen, se complementan, se enriquecen; así lo expresa Vasilis Vitsaxis “El símbolo en el arte tiene carácter referencial, mientras que el mito ocupa el lugar de lo que simboliza”.

 De ahí que muchos autores hayan identificado esta relación, entre ellos (Vitsaxis Vasilis, 2007) “como uno de los hechos más afortunados en el devenir de la civilización y es el resultado de una necesidad psicológica del hombre de dar a todo lo que ha configurado su conciencia creadora de mitos el brillo que solo las formas estéticas pueden proporcionarle”. Otros se refieren a  la felicidad del matrimonio del arte y el mito como la formula más eficaz para conservar la grandeza artística y mítica.  

 UN EJEMPLO:

 En Republica Dominicana este matrimonio no siempre es bien llevado en todos los campos del arte, muy especialmente en el campo de las Artes Escénicas, el teatro y la danza donde existe una especie de complicación en la relación del artista con el mito, por un lado están los que se sumergen el mito y se encierran en él y no avanzan en el camino estético y por otro lado, los que luchan con el mito cual si fuera una batalla en detrimento del imaginario del pueblo.

 Esta situación se debe a la ignorancia del papel del mito en la sociedad y de la importancia del mito en el arte, un ejemplo de esto es el reconocimiento obtenido por la obra dramática El Santo Esclarecido de Carlos Esteban Deive y su posterior representación y adaptación del Teatro Rodante Dominicano. El texto premiado presenta el Mito de Liborio Mateo de una forma hilarante, que lleva de alguna manera,  a la cuestionante del mismo, el poder mesiánico de Liborio Mateo es despojado de su aureola mística y lo lleva al terreno de la mentira.

 Esta acción anti-mítica fue profundizada en el montaje realizado bajo la dirección de Carlota Carretero quien llevó al extremo la comicidad de dicho personaje, sin pensar en los valores culturales, sociales políticos que representa el mito de Liborio para los dominicanos, cuyos poderes espirituales se constituyeron en un bastión opositor al régimen dictatorial Trujillista. Si fue cierto o no es lo que menos importa, pues la mentira del mito es el camino a la verdad.

 Este mito forma parte de nuestra identidad, es patrimonio intangible de nuestros valores espirituales y por tanto, no miente para los artistas y el pueblo dominicano. 

 

Dicen que Liborio ha muerto Liborio no ha muerto ná. Lo que pasa con Liborio é que no come pendejá” tp://gilda.matos@gmail.com/">gilda.matos@gmail.com