El Ser y el Tiempo en la obra La Golondrina, una mirada que caza al vuelo la realidad de hoy
Por Gilda Matos
Desde el año 2020 la humanidad vive en expectación de un largo crepúsculo. Hoy
más que nunca cobran sentidos las ideas de uno de los filósofos más importantes
de Occidente Martin Heidegger en el libro El Ser y el tiempo y EL origen de la obra de arte donde teje un marco de ideas estéticas y de conceptos
artísticos que permiten un encuentro significativo con la obra La
Golondrina de Guillem Clua, presentada por producciones Raúl Méndez, bajo
la dirección artística de Elvira Taveras y las actuaciones de Xiomara Rodríguez
y Josué Guerrero.
Una Mirada que caza al vuelo la realidad de Hoy:
El autor:
Esta obra teatral posee una alta significativad en el Ser y tiempo
actual, cuestiona ¿qué es el ser?, cómo el tiempo impide la felicidad de ese ser,
esa sensibilidad de su presencia en un mundo con tantos conflictos,
guerras, prejuicios que impiden la realización del ser, “estar ahí” (dasein), disfrutar de su
propia existencia sin los encasillamientos dictados por el “Ente” que circunscribe
la felicidad basada en lo cósico, no en el espíritu y libertad humana.
El autor toma un hecho real de un acontecimiento que
impresionó al mundo, la masacre de Orlando Florida del 12 de junio del 2016, el
dramaturgo piensa en el tiempo y en el ser
para orquestar su trama y el debate existencial de los personajes, la madre
(Xiomara Rodríguez) encarna la visión de afuera del acontecimiento y lo
justifica en su psique hasta el momento de la catarsis donde se redime. Ramón
(Josué Guerrero) es el ser, quien cuestiona su existencia y ataca el sin
sentido del Ente, tratando de reclamar “al tiempo” la aceptación de ese ser que
se perdió por la intolerancia, la exclusión y la violencia. El dramaturgo juega con la narrativa, en los
detalles y hechos con los cuales va deshilvanado los acontecimientos de modo
natural hasta producir catarsis y redención de los personajes.
La directora:
Elvira Taveras en su puesta en escena, dirige la mirada esencial, fina, sensible y asume los planteamientos del dramaturgo con
sinceridad personal, situando la escena en la cotidianidad con ambiente escenográfico de tonos fríos,
con la sobriedad de un realismo, que se
siente en ritmo, las luces, los gestos de los personajes, pero sobre todo en la
claridad de un juicio humanizante entre el Ser y el Ente.
Su dirección nos
entrega una pieza con magia especial, un
teatro íntimo, emotivo, sincero, sin efectos ni grandilocuencia, pero que cala
de tal manera en las entrañas del espectador, unas veces con un silencio profundo, sin detener las lágrimas
que afloran en los tristes ojos de los presentes.
La directora con un prontuario
de cuarenta espectáculos en treinta y cuatro de vida artística, hoy nos muestra un ejemplo en el teatro dominicano de cómo concebía el filósofo Heidegger “El arte como esencia de verdad y el
modo como acontece la verdad”.
Los actores:
Xiomara Rodriguez y
Josué Guerrero son los sujetos fundamentales de este acontecimiento teatral contemporáneo en República Dominicana, son experimentadores del “Ser” en sus
interpretaciones, con su formación y gran experiencia en el mundo teatral se
arrojan voluntariamente a sus personajes, dando orgánicas y exquisitas caracterizaciones ,
aparentemente sencillas interpretaciones que conectaron con el pensamiento, los
conflictos y las emociones en el publico .
Cordua,(2019), comenta
sobre la idea de autenticidad de las personas para nuestro filosofo del Ser y
el Tiempo: “Este obsequio tan angosto y expuesto al olvido que es mi propia
existencia es concebido por el filósofo como una oportunidad de que cada cual
se haga auténticamente singular o sí mismo, en vez de entenderse como un mero
caso neutro de cierto género o ejemplo de una especie abstracta”. Traduciendo
esta idea al lenguaje teatral de este espectáculo hemos presenciado actuaciones
auténticas, humanas que abrazan la verdad de sí mismas.
El equipo técnico y producción:
La participación
enriquecedora de un conjunto de técnicos, artistas y productores como Fidel
López y Eskene Taller, en el diseño y
realización escenográfica, Bienvenido Miranda , diseño de iluminación y Yanela
Hernández, Producción Ejecutiva, Frank
Ceara y David Vásquez en Banda Sonora y Lucitania Suero en Maquillaje y
utilería ,Gina Marte Regiduría.
Comentarios
Mi moraleja seria la siguiente, La lección moral de "El príncipe feliz" de Oscar Wilde es que los peores aspectos de la sociedad moderna pueden superarse con amor y caridad, que tienen la capacidad única de unir a los hombres y hacerlos completos.
La obra reúne a dos personajes, Amelia y Ramón. La primera, una severa profesora de canto, recibe en su casa a Ramón, quien desea mejorar su técnica vocal para cantar en el memorial de su madre fallecida recientemente. La canción elegida tiene un significado especial para él y, al parecer, también para la mujer quien, a pesar de sus reticencias iniciales, accede a ayudar al joven alumno. A medida que la clase avanza, los dos personajes van desvelando detalles de su pasado, profundamente marcado por un atentado terrorista de signo islamista que sufrió la ciudad el año anterior. El significado real de ese ataque, las motivaciones del terrorista y la alargada sombra de sus víctimas provocan un enfrentamiento entre Amelia y Ramón que les lleva a descubrir la verdad sobre aquellos terribles acontecimientos. Esa verdad les obliga a reflexionar sobre sus propias identidades, la aceptación de la pérdida y la fragilidad del amor, desnudándose hasta tal punto que sus destinos quedarán unidos para siempre en un canto común a la vida.
La obra reúne a dos personajes, Amelia y Ramón. La primera, una severa profesora de canto, recibe en su casa a Ramón, quien desea mejorar su técnica vocal para cantar en el memorial de su madre fallecida recientemente. La canción elegida tiene un significado especial para él y, al parecer, también para la mujer quien, a pesar de sus reticencias iniciales, accede a ayudar al joven alumno. A medida que la clase avanza, los dos personajes van desvelando detalles de su pasado, profundamente marcado por un atentado terrorista de signo islamista que sufrió la ciudad el año anterior. El significado real de ese ataque, las motivaciones del terrorista y la alargada sombra de sus víctimas provocan un enfrentamiento entre Amelia y Ramón que les lleva a descubrir la verdad sobre aquellos terribles acontecimientos. Esa verdad les obliga a reflexionar sobre sus propias identidades, la aceptación de la pérdida y la fragilidad del amor, desnudándose hasta tal punto que sus destinos quedarán unidos para siempre en un canto común a la vida.
Estefany zapata